TODOS SOMOS UNO

La fuerza que nos conduce es la misma que enciende el sol que anima los mares y hace florecer los cerezos.
La fuerza que nos mueve es la misma que agita las semillas con su mensaje inmemorial de vida.
La danza genera el destino bajo las mismas leyes que vinculan la flor a la brisa.
Bajo el girasol de armonía todos somos uno.

Rolando Toro Araneda

viernes, 2 de abril de 2010

Sobre la naturaleza del tiempo

SOBRE LA NATURALEZA DEL TIEMPO[1]

Representó una revolución la propuesta de Einstein de que el tiempo y el espacio no podían concebirse separados y que en realidad formaban un “continuum" que se alteraba en presencia de los objetos.

Karl R. Popper, en su obra El universo abierto "reconoce la exigencia de asimetría entre presente y pasado El futuro se convierte en "abierto" para nosotros en el sentido de que no puede ser totalmente' predicho, mientras que el Pasado esta cerrado.

"Esta asimetría queda establecida por el hecho de que, desde cualquier lugar del pasado, una cadena causal física (por ejemplo una señal de luz) puede alcanzar cualquier lugar del "futuro", pero desde
ningún lugar del futuro puede ejercerse un efecto igual sobre ningún lugar del pasado" . 4

Novalis se anticipó poéticamente a esta idea cuando dice: "Hay actos que claman por toda la eternidad".

A mi modo de ver, la idea de que el pasado sea inmodificable supone, en el terreno filosófico, la imagen de un universo unidireccional que implica condenación, culpa, fatalidad. Esta concepción es básicamente disociativa. Divide el universo en dos.

Pienso que el tiempo‑espacio einsteniano tiene que adquirir todavía una dimensión biológica y sistémica. El sistema del mundo debe estruturarse sobre un continuum de n dimensiones que eventualmente podría denominarse tiempo‑espacio‑vivencia. En los sistemas biológicos hay recurrencia del tiempo.

A medida que se desenvuelve nuestra vida, el pasado se modifica, adquiere nuevos referenciales y se retroalimenta en el aquí‑ahora. Esto es lo que hace posible concebir la redención como fenómeno cósmico y la evolución de los sistemas biológicos hacia formas superiores.

Si el "futuro" es el mundo de lo indeterminado y se genera en la prolepsis del tema germinativo en el aqui‑ahora, es también el campo donde pueden acontecer hechos de bajísima probabilidad y aun de probabilidad cero. No podrían concebirse los altos niveles de neguentropía, del universo sin un "futuro" abierto a un numero de probabilidades que tiende a infinito.

El universo, en el sentido de Awesperg, está en un estado de creación  actual. El problema consiste entonces en imaginar la fuerza del "futuro". Si el ámbito del futuro contiene un numero de probabilidades que tiende a cero es posible  la intervención de una fuerza ajena a ese campo de probabilidades.

El  pasado entonces es una estructura que forma parte del sistema y que por lo tanto se retroalimenta Y se modifica en lo universo como creación actual.

El "tiempo‑espacio‑vivencia" permite una concepción realista de los hechos.

Así, podemos estar a miles de kilómetros de distancia de una persona amada y sin embargo el espacio real de separación tiende a cero.

Por el contrario podemos estar muy próximos con una persona que nos es indiferente y el espacio real de separación tiende a infinito.

Lo mismo sucede con el tiempo. Un minuto intensamente vivido puede configurarse en la estructura de la eternidad y un minuto de espera en la incertidumbre puede adquirir la calidad del tiempo cero.

Si no fuera posible modificar el pasado quedaríamos petrificados. Por eso vamos en busca del tiempo perdido... volvemos al pasado en la nostalgia y en la pavorosa aventura de "recordar". Allí están exultantes de vida, activos y exigentes, los potenciales que quedan sin expresarse, las guestalt abiertas que aun sangran y esperan una nueva oportunidad. Allí, en el Pasado, reencontramos la deslumbrante lucidez de la experiencia, un sentido desconocido para aquella época. Esos recuerdos tienen la calidad de manifestación hierofánica que nos renueva aqui‑ahora.

Los viajes al pasado son más seguros que los viajes al futuro.

Los viajes al pasado hay que reelaborarlos siempre, los viajes al futuro hay que crearlos en el riesgo, entre la probabilidad que tiende a cero y aquella que tiende a infinito.

Bibliografía:

·        El tiempo vivido : Eugene Minkowiski
Fondo de Cultura Economica ‑ Mexico,1975
·        El universo abierto: Karl R. Popper
Ed. Tecnos ‑ Madrid,1984
·        En busca del tiempo Perdido: Marcel Proust
·        Fenomenologia de la percepcion: Merlau Ponty
·        Fragmentos: Novalis


[1] Texto de Rolando Toro Araneda

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